HISTORIETAS SIN ADORNOS (+VIDEO): Festival Internacional de la BD de Angoulême, 2018

Siempre me he preguntado: ¿Por qué los eventos de historietas están llenos de personas disfrazadas? ¿Por qué siento que entre tanta parafernalia se termina perdiendo el sentido último de ello: la creación, publicación y lectura de historietas? Yo me declaro una ferviente apóstol de este arte. Comencé leyendo, luego creando, más tarde editando e incluso teniendo una librería en la que cuenta con un especial protagonismo, pero nunca me he sentido identificada con la caricatura que se tiene del lector correspondiente al fandom del cómic. Si, porque hasta las palabras prestadas me resultan demasiado aterradoras al hablar del noveno arte.
La costumbre de tener que escudriñar entre tantos adornos y accesorios, no solo en los eventos realizados en Chile, sino que también con la visita de eventos en Argentina e incluso de la gran San Diego Comic Con en EEUU, me habían dejado confundida y sin esperanzas de encontrar un lugar en el mundo donde la historieta fuera protagonista. Pero llegué a Angoulême y mis expectativas cambiaron.
Visitantes felices del Festival
El 23 de enero pasado partí a Francia junto a la comitiva por parte de CNCA (actualmente Ministerio de Cultura) con Daniela Thiers (autora de Alegría y Sofía, editorial Visuales), Pedro Prado (autor de Santa María 1907, Petroglifo ediciones), Claudio Álvarez (guionista de El gran guarén y editor de Acción Cómics), Constanza Martínez (Agencia Puentes), María Eliana Aguayo y Moisés Hasson (investigadores y editores de Nautacolecciones); y junto a los invitados por DIRAC Félix Vega (autor de Juan Buscamares, Duam y Vinland), Gonzalo Martínez (dibujante de Mocha Dick, Alex NemoQuique Hache) y Francisco Ortega (guionista de Mocha DickAlex Nemo y 1899). Como se muestra en el video, Angoulême es una pequeña ciudad del sudoeste de Francia, en la que desde hace 46 años se realiza el Festival Internacional de la Bande Dessinée. Llegamos a París y en un tren al sur partimos nuestra travesía. La primera impresión fue que el Festival no estaba situado en un espacio concreto, más bien utilizaba toda la ciudad, en la que varios pabellones se van conectando a través de las calles. Las vitrinas de las tiendas, los restaurantes y hoteles están adornados con motivos de personajes de historietas: Los PitufosCorto MaltésAsterixTiteufGastón y Tintín son los más recurrentes. Sus habitantes están felices y se nota de inmediato que la cantidad de visitantes es la más numerosa que recibe esta ciudad durante el año.
Stand de Chile en el pabellón El Nuevo Mundo
La comisión chilena contó con dos espacios: un stand de venta directa al público en el pabellón de El nuevo mundo, parte del festival dedicado a las editoriales pequeñas y medianas del festival. Es en este espacio donde se realiza el contacto directo con los visitantes de la feria. El otro stand se encontraba en el pabellón de venta de derechos, espacio adecuado para la venta y compra de derechos. Allí también se realizó la presentación del catálogo de historieta chilena junto al cócktail oficial de la delegación. En ambos lugares, los integrantes de la comitiva realizamos actividades de venta, difusión, reuniones y prospección en torno a las editoriales representadas.
Stand de Chile en el pabellón de venta de derechos
Gran parte de lo que es el festival lo pueden ver en el video del comienzo del post. Es por eso que este espacio lo quiero dejar para realizar algunas reflexiones en torno a esta participación, mi apreciación en torno al público y al mercado franco-belga de la Bande Dessinée.


Lectores de a pie
Historietas en las librerías sin ser ubicadas de forma exclusiva en el espacio infantil-juvenil, tabaquerías (su simil son los kioskos de revistas) llenas de historietas. Hay publicaciones en formato libro, formato BD (gran tamaño, tapa dura, precio único), revistas compilatorias. El mercado que comprende Francia, Bélgica y Suiza ha sabido introducirse en el cotidiano de las personas, instalando personajes en el imaginario colectivo, haciendo de la compra y de la lectura de BD algo espontáneo y no algo exclusivo de fanáticos, colecciones o entendedores de la materia. El arte popular ya no es de nicho y no por eso es un arte de menor calidad, con menos peso político o histórico.
BD Cristiana, ¡en una iglesia!
Publicaciones especializadas
Ya sean publicaciones de sátira política como Charlie Hebdo, pasando por publicaciones sobre BD, animación y artes gráficas en general, han colaborado a la consolidación de la escena, que además de preocuparse de su propia producción, cuenta con iniciativas encargadas de seguir los pasos de la escena tras bambalinas. Estas publicaciones se pueden encontrar fácilmente y gran parte de ellas son de consumo masivo, en especial las de humor y las revistas infantiles.
En las tabaquerías se puede encontrar una gran oferta de historietas
y de publicaciones especializadas
El entorno
Murales, estatuas, el Museo de la BD, la casa de los autores, las tiendas especializadas y una ciudad que entiende por completo cuáles son sus fortalezas. Es un entorno privilegiado para cualquier artista, así como para cualquier visitante que durante todo el año puede recorrer las calles encontrándose con murales, el busto de Hergé o la estatua de Corto Maltés, entre otros atractivos. Si lo miras caminando por la calle, ya lo haces tuyo.
Existe una ruta de murales en la ciudad alusivos
a la historieta
El contenido por sobre todo
La estrella de este mercado y por ende de este festival, es el contenido. Y aunque existen títulos famosos que ya son una marca registrada, donde además la rotación de artistas es natural para continuar con la vigencia de los personajes, gran parte del mercado es autoral. Se pueden encontrar temáticas diversas, estando presente el mercado infanto-juvenil, pasando por publicaciones experimentales de colectivos y editoriales independientes. Hay sustancia en este mercado que se abre a todos los públicos.
Charla sobre historieta chilena
Es el noveno arte
El manto de ignorancia se empieza a correr del esnobismo, ese acostumbrado a rechazar el arte popular que muchas veces, y sin siquiera darse el tiempo de conocerlo, ha sido catalogado como el hermano menor de la literatura, dejando de lados las particularidades que éste tiene. Su presencia en los museos, así como en las exposiciones callejeras, dejan en claro que esta es una disciplina que se puede defender por sí sola y no necesita de muletas ni apellidos para que sea respetada. El resto es un velo que cualquiera puede usar.
Exposición de Osamu Tezuka
Las reflexiones continúan en cada uno de los integrantes de la delegación. Algunos realizando alianzas, fortaleciendo la publicación de historieta chilena en el extranjero, otros re pensando la historieta chilena. Les dejo algunos links sobre nuestra participación de este festival, ya que muchas voces son capaces de dar una panorámica más completa:


Delegación chilena en Angoulême, fotografía de Claudio Álvarez

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